El Garbanzo Castellano es un garbanzo de un tamaño mediano-grande de forma esférica, su piel presenta una rugosidad media con surcos marcados y pico curvo pronunciado.
El color de su piel es crema claro, una mezcla de tonalidades marrón claro, amarillo y blanco.
Una vez cocido absorve más de su peso en agua, y mantiene su forma y su piel perfectamente. Su piel es fina y practicamente imperceptible.
El Garbanzo Castellano es rico en proteinas, almidón y lípidos, sobre todo en ácido oleico y linoleico, que son insaturados y carentes de colesterol. Del mismo modo, es un buen aporte en fibra y calorias.
Es muy apreciado por su excepcional presencia una vez cocinado.